PONENCIA ApiBio2016 VARROOSIS Y SELECCIÓN MASAL

Estrategias combinadas de manejo biológico de colonias para combatir Varroosis. Una experiencia de campo sustentada en mecanismos biológicos.

RESUMEN: El ectoparásito que infecta al género Apis, Varroa destructor presenta actualmente un fuerte desafío sanitario para la comunidad apícola. Se han reportado progresivamente mayor cantidad de casos de generación de resistencia de Varroa a los acaricidas clásicos. Y los acaricidas llamados suaves, no brindan la seguridad ni regularidad que se espera para un tratamiento sanitario. La combinación de tres sistemas biológicos de manejo de las colonias se presenta en este trabajo como un camino alternativo de solución a corto, mediano y largo plazo en la lucha contra varroosis. En primer lugar, se fundamenta la idea de que la desaparición absoluta de Varroa es contraproducente para la sanidad de la colonia porque evita la generación natural de resistencia por parte de la misma. En segundo lugar, se presenta el sistema de selección masal de colonias como manera de reforzar los comportamientos sanitarios y extenderlos en el apiario. Como tercer aspecto, el sistema de cuadro trampa zanganero, puesto a punto por este equipo de trabajo, incide directamente en el control de población de Varroa cuando esto sea necesario. Estas estrategias de manejo biológico de la sanidad relacionada con Varroosis han sido probado durante años con éxito por este equipo de trabajo y se plantean como una alternativa económica, ecológica y alternativa ante la aparente falta de soluciones ante este problema.
Cantou, Norberto. Uruguay, 2016#

INTRODUCCIÓN:
La infestación por ectoparásitos hematófagos en abejas fue descripta por primera vez en 1904 por Oudemans [1], refiriendo a la especie Varroa jakobsoni, y asumiéndolo como un ectoparásito natural de Apis mellifera. Posteriormente, el grupo de investigadores encabezado por Anderson reconoce en lo que hasta el momento se había definido como Varroa jakobsoni, más de una especie.  Definiendo al menos dos especies reconocibles, diferenciándose en 2000 Varroa Jakobsoni de Varroa destructor [2], siendo esta última la que presenta mayores daños a nivel productivo, y mayor índice de distribución internacional.
Los sistemas de control de Varroa durante años se han basado en el uso de acaricidas organofosforados de tipo coumafos y piretroides del tipo tau-fluvalinato, y formamidina como el amitraz. Este grupo de químicos presentaron un primer impacto de apariencia muy exitoso en el combate de Varroosis. Sin embargo, hace unos quince años atrás, Varroa destructor comienza a presentar resistencia a estos productos. Tanto a los fluvalinatos (Milani, 1994) como a los organofosforados como el coumafos y las formamidinas (Elzen,1999; Lodesani 1995; revisado en Milani, 1999; Trouiller, 1998). Un muy interesante trabajo de Gonzalez-Cabrera y colaboradores [3] se demuestra que la mutación en un solo aminoácido (L925V)  de la proteína transportadora de Sodio/potasio dependiente de voltaje (que es sitio de unión de este grupo de acaricidas) es suficiente para generar resistencia en Varroa. Algunas recomendaciones técnicas sugirieron utilizar un sistema de rotación de acaricidas para evitar la generación de resistencia. Si bien esto puede dar resultados a corto plazo, solo retrasa el proceso de generación de resistencia que ya se ha evidenciado. Ante este panorama con los acaricidas clásicos, muchos apicultores y comunidades han optado por los llamados “acaricidas suaves”, siendo éstos ácidos orgánicos y aceites esenciales. Los más comúnmente usados son ácido oxálico, alcanfor, salicilato de metilo entre otros. El uso de estos aceites presenta un serio conflicto de manipulación. Los más eficaces, dependen de un buen índice de evaporación, necesitando por tanto temperaturas y presiones ambientales relacionadas con el período de producción de miel. Siendo que son hidrosolubles, la coexistencia en la colonia de estas sustancias con la miel es inviable. Por otro lado, el uso de estas sustancias en otras épocas ha mostrado mucha irregularidad y poca confiabilidad en el resultado[4].
Es claro que el uso de químicos se ha vuelto progresivamente más complejo, ineficiente y peligroso para el control de Varroa. Es así que las comunidades apícolas están buscando en métodos basados en estrategias de manejo, una mejor manera de abordar el control de Varroa. Es en este sentido que se hace este aporte. Se presentan 3 estrategias de manejo que combinadas han sido de una gran efectividad contra Varroa en la experiencia del autor.

Metodología de manejo y fundamentación:
Los 3 métodos combinados que se proponen son: 
1- Aceptación de Varroa como ectoparásito natural y ajuste de los parámetros de control sanitario.
2- Selección Masal de colonias que presenten resistencia y/o tolerancia natural a Varroa 
3- Control bio/mecánico de Varroa mediante el uso de cuadro zanganero de trampa (trap drone brood)

1) Aceptación de Varroa como ectoparásito natural endémico de Apis mellifera.

La presencia de Varroa en la colonia no significa que esta se encuentre efectivamente infectada por Varroosis.  Dentro de las primeras caracterizaciones del género Varroa, se lo definió como un ectoparásito natural de las abejas. De hecho, otras especies de Apis presentan comportamientos de resistencia específicos contra esta parasitología.  Partiendo de esta premisa como cierta, la eliminación absoluta y total de este parásito puede en realidad estar generando una respuesta opuesta a la que se busca. Es imposible seleccionar caracteres de resistencia si se desaparece el objeto de resistencia de forma externa mediante métodos químicos. Por lo tanto, se debe aceptar en la comunidad apícola un porcentaje esperable mínimo ante el cual no deberá generarse ninguna actividad extra más que las de manejo que describiremos.

Este elemento  es en realidad pilar fundamental de la estrategia. Desde esta posición este equipo de trabajo sostiene la idea de que, Varroa se instaló como parásito de Apis, para quedarse. Y que por lo tanto solo puede considerarse un problema cuando la cantidad de parásitos fuera de tal índole que amenazara la vida de la familia de abejas. Esta visión no fue aceptada en principio por investigadores y apicultores salvo la mirada de algunos visionarios que fueron adelantados en su época. 
En este sentido debemos reconocer la posición que al respecto tomó el director de la división de apicultura del MGAP del Uruguay, Dr. Homero Toscano Durante el Congreso internacional sobre Varroosis en el año 1992 exponía lo siguiente;
Teniendo en cuenta que entre el género Varroa (Parasitario) y el género Apis (Huésped) como regla, se dará UNA ADAPTACIÓN NATURAL en el tiempo, los apicultores  deberíamos utilizar métodos que finalmente no enlentezcan este proceso” (Dr. Homero Toscano, 1992)
Esta postura repetida en varias y diferentes ocasiones por el equipo que regía los destinos apícolas del Uruguay desde el MGAP, dirigidos por el Dr Homero Toscano, y su equipo compuesto por el Ing Jorge Harriet, el técnico Juan Pablo Campá y la Br Gabriela Gardiol, que manifestaron integridad a sus convicciones sin seguir presiones  internacionales para legislar la “cura obligatoria” contra Varroosis, permitió que en todo el territorio de Uruguay los investigadores, técnicos y apicultores como en nuestro caso  y otros, exploraran diferentes caminos para lograr el equilibrio en las familias de abejas con el parásito Varroa. De esta manera, se pudo llevar a cabo pruebas de ensayo, error y corrección que pusieron a punto métodos que con el tiempo se mostraron eficientes.

Esta convicción permitió además impactar en el manejo apícola en el territorio uruguayo, teniendo un efecto sobre la prevalencia de Varroa y la manera de ver esta. Desde este abordaje sanitario, los límites establecidos desde las políticas de sanidad apícola de la época consideraban hasta un 10% de Varroa en la colonia como esperable, sugiriendo no curar por debajo de esos límites. El mantenimiento de este límite por cierto tiempo permitió una aproximación al equilibrio parásito/hospedador, que evitaba en casi todos los casos, la utilización de productos químicos. Esto no fue gratuito para aquel equipo de técnicos dirigidos por el Dr. Homero Toscano y es por lo mismo que rescatamos esta mención homenaje a su persona.

2) Selección Masal:  La selección sobre el fenotipo (o selección masal) es el sistema de selección más simple y antiguo en animales y plantas. Significa que los animales son conservados o elegidos para la reproducción sobre la base de su propio fenotipo.[4] (Falconer, D.S.) En este tipo de selección la única información utilizada es la performance individual de cada animal candidato a la selección, o en el caso de las abejas, en el comportamiento de la familia a factores de resistencia a varroosis. En 2001, el Ing. Eduardo Corbella publica una experiencia de selección masal en colonias que presentan buenos rendimientos de producción de miel[5]. En 2011, Padilla-Álvarez reporta trabajos relacionados con la selección masal de resistencia a varroa.[6]
Algo similar se realizó por parte de este equipo de trabajo. Desde 1994 se mantuvo la selección al momento de reproducir las familias de abejas, dándole especial énfasis a los siguientes criterios : 1) Sanidad 2) Producción 3) Baja tendencia a enjambrar 4) Conducta higiénica 5) Baja presencia de Varroa 6) Mansedumbre. Este amplio margen de selección se basa en la certeza de que la sanidad e higiene apícola así como la tolerancia o resistencia a Varroa no solo es medible desde indicadores directos como el porcentaje en sí mismo,  sino por elementos indirectos que señalan colonias bien adaptadas al entorno y al manejo de enfermedades propias [4].

3) Trampa de cuadro zanganero:
El sistema de cuadro zanganero como trampa para eliminar  Varroas hembras de forma rápida, simultánea y sin uso de químicos es bastante conocido, pero poco practicado por la comunidad apícola. EL funcionamiento tiene mucha solidez cuando se lo analiza desde el comportamiento reproductivo del ectoparásito. En 1990 Michele Campero ya experimentaba su utilización en Italia. Maggi y colaboradores, en 2010 dejan clara la relación entre el tamaño de la celda y dos factores directamente relacionados con la reproducción de varroa, la posibilidad de encontrar ácaros, y el número de ácaros que se encontraban [7].  Los resultados son contundentes.  Las celdas de obrera presentan una frecuencia de infestación del 40,87% mientras que las de zángano del 75,36% (Maggi, 2010).

La experiencia de este equipo desde el año 1996 en adelante permitió optimizar esta metodología ajustando tres factores fundamentales: 
1- Momento del año en el que utilizarlo. 
2- Generación de celdas zanganeras, 
3- Ubicación ideal en la colonia para su uso. 

1- Momento ideal del año para utilizar el cuadro trampa:  El aspecto temporal es de fundamental importancia para obtener buenos resultados con esta técnica. Utilizar el cuadro trampa a inicios de primavera cuando la colonia intensifica su crecimiento probó ser la mejor forma de utilizar el cuadro trampa zanganero. Durante el invierno, la población de abejas desciende al igual que la de Varroa. De acuerdo a lo que se conoce del ciclo, también es cierto que a la salida de la temporada fría, la mayor parte del parásito presente en las colonias está en etapa reproductiva, casi no teniendo presencia de juveniles. Esto aumenta notoriamente el impacto del sistema trampa.

Se pueden considerar algunas cifras para ejemplificar:
A la entrada de primavera, una familia de abejas de 20000 individuos es en promedio, aceptable. Y desde la postura desarrollada en el punto anterior, una proporción de 4 a 8% de Varroas también es promedialmente aceptable. (Máximo 1 Varroa cada 12,5 abejas).-
Si no realizamos ninguna maniobra, en algunas colmenas en tan sólo 90 días la familia de abejas puede crecer un 200% o más, lo que indicaría colmenas conteniendo de  40000 a 60000 individuos. Pero en ese mismo período Varroa puede crecer promedialmente 6 veces (600%) lo que indicaría un crecimiento de más de 20% porcentual en relación con las abejas pudiendo llegar incluso a 40%, amenazando  de esta manera a la familia de abejas. Esto sería 1 Varroa por cada 2,5 abejas.
Utilizando el cuadro trampa al inicio de primavera cuando aún tenemos un máximo de 8%, es posible reducir en un 86% su presencia.- Lo que significa que de aquel 8% inicial (1 Varroa cada 12,5 abejas) reducimos en inicio de su reproducción a 1,5% o menos su presencia (Máximo 1 Varroa cada 66 abejas).  Luego, manteniendo estos mismos parámetros de reproducción para abejas y Varroa, tenemos que las abejas vuelven a estar en colmenas conteniendo de 40000 a 60000 individuos, pero que Varroa aún creciendo 600% no logra superar 7,5% lo que significa en la máxima infestación de Varroa 1 Varroa cada 13 abejas, algo totalmente tolerable para cualquier familia.
Este efecto de “amortiguación” del porcentaje de presencia de  Varroa sólo es posible si se efectúa un manejo de impacto con el cuadro trampa al inicio de la primavera. En cualquier otro momento del año no se logra este efecto deseado.
2: Generación de celdas zanganeras: Una de las dificultades que se planteó al inicio de la puesta a punto de este técnica sanitaria tenía que ver con la poca tendencia a generar zánganos que la colonia presenta fuera de la época de mayor temperatura y población. Hoy existen en mercado planchas de cera estampada con tamaño de celda zanganera, (esto no ocurría en los inicios de este equipo de trabajo) Por otro lado, la experiencia propia indica que, contrario a lo que alguna bibliografía refiere, para las temperaturas y ubicación geográfica en la que se desarrolló esta actividad, un cuadro sin cera o con media no es suficiente para conseguir que la reina genere zánganos. Este problema se resolvió por un camino totalmente fortuito. Un grupo de láminas de cera estampada fueron alcanzadas por el sol y deformadas. Para evitar la pérdida de estas láminas el productor las aplanó con un “palo de amasar”. De esta forma, las láminas volvieron a su forma rectangular pero perdieron totalmente el dibujo de celda. Estas láminas dieron como resultante una vez puestas en la colonia, cuadros con una amplia mayoría de celdas de zángano. Este sencillo y económico sistema de generar celdas zanganeras fué el mecanismo que este equipo de trabajo utilizó de allí en adelante. En repetidas oportunidades realizamos controles de porcentaje de presencia de Varroa en el Instituto RUBINO, DILAVE, Uruguay. Compartimos este ajuste a la técnica con el Dr. Homero Toscano quién nos expresó que las mediciones antes y después de la utilización del cuadro trampa como este equipo lo utilizó, la población de ácaros había bajado 86%.

3: Ubicación en la colonia del cuadro trampa: Considerando que la sugerencia es colocar el cuadro trampa a la salida del invierno, como se ha reportado [4], la temperatura es uno de los factores que incide en el comportamiento reproductivo de V. Destructor, la ubicación como elemento controlador de la temperatura de la trampa es fundamental. El centro del nido de cría aparece como el lugar donde se optimiza notoriamente el efecto de la trampa.
Basados en estas ideas, eliminar un grupo importante de hembras infectantes con el sistema de cuadro trampa zanganero optimizado por este equipo de trabajo, aparece como un sistema sencillo y fuerte de combate contra esta parasitosis. 

Conclusiones:
            Ante el fracaso de los sistemas químicos de control de Varroa, los métodos de manejo productivo están tomando fuerza en la comunidad apícola. Esfuerzos aislados muestran éxitos esporádicos y señales de por donde continuar. Este trabajo presenta en conjunto, tres estrategias que combinadas, han dado resultados positivos en la experiencia de campo para el control de Varroa. La aceptación de un límite mínimo por debajo del cual no deben considerarse estrategias extra ni parasitosis como tal, permitirá reforzar las estrategias de selección propias de la especie en coevolución con el parásito. La selección masal, considerada como la sistemática selección de las colonias que presentan estrategias de resistencia y/o tolerancia como madres de las siguientes generaciones de familias de abejas, se basa en la estrategia de selección vegetal y animal más antigua conocida, y la más sencilla de aplicar. La trampa de cuadro zanganero se sustenta en el comportamiento reproductivo del parásito y se utiliza como elemento biofísico de equilibrio, permitiéndole al apicultor un control sistemático, regular y económico del parásito.
           
Estas estrategias combinadas no implican costo al apicultor, ni gastos en productos químicos. No contaminan la miel ni la cera ni generan resistencia de ninguna clase. Y están sustentados en el conocimiento biológico del parásito y su huésped. Por estas cosas, se presentan como una salida sólida a mediano y largo plazo de la urgencia sanitaria generada por Varroa.

# Norberto Cantou nació en Montevideo en 1956
Es Técnico en Apicultura Ecológica y se ha desempeñado como docente, asesor y conferencista en ecología en diferentes ámbitos: Universidad del Trabajo del Uruguay, Centro de Estudios Uruguayos de Tecnologías Apropiadas, Bachillerato Tecnológico de Florida, Escuela de Apicultura Ecológica de Florida, Centro de Apicultura de Florianopolis (Brasil), Universidad de Blumenau (Brasil) Universidad de Esteio (Brasil), grupos de productores orgánicos en Uruguay, Brasil y Chile y otros ámbitos.
Co-fundador del Instituo de Asesoramiento Técnico Orgánico, (IATO) asesor consultor del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca. (Plan reconversión de la Granja).-

Ha desarrollado investigaciones desde 1994 relacionadas en el área apícola especificamente en metodologías de lucha contra Varroosis por medios de selección y biofisicos, lo que valió su asesoría para diferentes paises. También inventó en el año 1992 el sistema de extracción de Apitoxina sin agresión a las abejas.  

Invitado en diferentes ocasiones como disertante en los Congresos IberoAmericanos de Apimondia y en el último Simposio ApiBio2016 organizado por Apimondia Internacional e IFOAM. 


Autor del Manual de Apicultura Ecológica en 1998 (Agotado) y su segunda edición en 2005.- Así como publicaciones nacionales e internacionales sobre producción ecológica y sus impactos sociales. Junto a otros especialistas pauta las Normas para producción orgánica que rigen las producciones apicolas en Uruguay, URUCERT, MGAP Dec.194/999.-


Ha trabajado con comunidades indígenas de Paraguay, Brasil y Chile. Movimento Sem Terra do Brasil. Grupos Biodinámicos y Cooperativas de Productores Apicolas. 


Trabaja e integra la dirección de la Asociación de Productores Orgánicos del Uruguay (APODU).- Siempre se ha mantenido como productor.- 


Referencias

1- Oudemans, A.C., 1904. On a new genus and species of parasitic acari. Notes from the Leyden Museum 24, 216–222.

2- Anderson, D.L., Trueman, J.W.H., 2000. Varroa jacobsoni (Acari: Varroidae) is more than one species. Exp. Appl. Acarol. 24, 165–189.

3-  Gonzalez-Cabrera J, Davies TGE, Field LM, Kennedy PJ, Williamson MS. (2013) An Amino Acid Substitution (L925V) Associated with Resistance to Pyrethroids in Varroa destructor. PLoS ONE 8(12): e82941.

4- Peter Rosenkranz, Pia Aumeier, Bettina Ziegelmann 2010, Biology and control of Varroa destructor Journal of Invertebrate Pathology 103 S96–S119

5- Corbella, E, Carbone, L 2001, Seleccción masal de abejas reina melliferas, Serie de actividades de difusión, INIA, La Estanzuela, 264.

6- Padilla-Alvarez F., Flores-Serrano J. M. 2011, Selección de colonias de Apis mellifera iberiensis tolerantes a Varroa destructor, AICA 1: 449-452

7- Matıas Maggi, Natalia Damiani, Sergio Ruffinengo, David De Jong,Judith Principal, Martın Eguaras 2010; Brood cell size of Apis mellifera modifies the reproductive behavior of Varroa destructor, Exp Appl Acarol 50:269–279